Una de estas calurosas noches entré a S.L. y mi sorpresa fue mayúscula al comprobar que ya no era aquel mundo multicolor. Por alguna razón todos los elementos se habían convertido a una escala de grises entre el blanco y el negro. En medio de ninguna parte encontré a una pareja de viejos lindenianos, él era de nacionalidad siria y ella venezolana. que se habían unido superando la barrera lingüística por la búsqueda del mismo fin ¡¡encontrar el color.!!
Este mundo enlatado donde el tiempo transcurre tan rápido, son muchos quienes, como los peces en el río, crean y crean y vuelven a crear diferentes muñecos con sus respectivas vidas. Sin embargo, experiencias pasadas o simultáneas restan espontaneidad y frescura en la forma de interactuar con los demás o con el propio “juego”. Por otro lado, están los usuarios recién llegados a los que se les inculca la obsesión por la estética o por conseguir un estatus, ofreciéndoles todo tan masticado que dificilmente conocerán la agradable sensación de saborear poquito a poco los infinitos matices que tiene cada color…De momento, gracias al reflejo del fuego, en un mundo sin oxígeno, hemos encontrado una tonalidad de amarillo.
Oteaba Auer
Oteaba Auer
2 comentarios:
Mi querida Ote..
Es que somos...tan humanos, que ni el mundo virtual, escapa de nosotros mismos.
La inmediatez, la superficialidad...son las alas de este corre corre llamado civilización.
Besotessss amiga y lindo finde.
PD..Tenía que ser una venezolana
jajajajaja
Ey, demasiado tiempo llevaba sin pasar por aquí...
Saludos y un abrazo.
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